sábado, 23 de mayo de 2015

La jornada electoral cuando no eres capaz de reflexionar

Me parece que a menudo se utiliza el calificativo fascista con demasiada ligereza. La regla de Godwin dice que a medida que una discusión se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis tiende a uno. Cuando alguien se expresa de una manera controvertida o simplemente disiente de la manera de pensar de los demás, a menudo aparece algún sujeto que, por estrechez de miras, poca capacidad dialéctica o por simple pereza, le tilda de nazi o, más comunmente en nuestro país, fascista.

Por esta razón llevo todo el día buscando otra palabra para definir los actos vandálicos que esta noche se han extendido por todo el pueblo, destruyendo la práctica totalidad de las pancartas electorales ubicadas en la calle. Han caído las de todos los grupos políticos salvo, sospechosamente, las del Partido Popular.




Lamento admitir que he fallado en mi búsqueda de una palabra que defina mejor estos actos vandálicos. No pretendo afirmar que los autores de esta orgía descerebrada sean los candidatos del PP, pero creo que este grupo político debería manifestar su condena sincera a este tipo de comportamientos y su solidaridad con los demás grupos, ya que, según afirman en su página de Facebook, quieren que gane la Democracia y el Partido Popular [sic]. Supongo que, en lugar de eso, tratarán de restar importancia a lo que en realidad es un grave delito electoral, y dirán que se trata de una gamberrada.

No, no es una gamberrada. Es un acto fascista, porque pretende amedrentar a aquellos que siquiera se planteen votar a una opción diferente a la suya. Mandan un mensaje muy claro: aquí a los que no piensan como nosotros los tratamos así, tú verás si quieres estar con ellos o con nosotros. Los que han hecho esto se mostrarán orgullosos de ello en sus entornos familiares y sociales, como orgullosos están de su ideología reaccionaria, de su nostalgia por los tiempos más oscuros por los que ha pasado nuestro país, en los que nos quedamos cientifica, artística y moralmente a la cola de Europa, de donde no terminamos de salir.

De hecho, si no fueran tan rematadamente cobardes, no se habrían quedado ahí: habrían intentado amedrentarnos en nuestras asambleas o por separado en la calle, en los bares, comprando el pan o en el polideportivo.
Por eso este comportamiento no puede quedar impune, porque hasta los más cobardes se van envalentonando si ven que los demás hacemos como que no hemos visto, o si algunos les ríen la gracia. Ya ha quedado atrás el tiempo en el que nos asustaban.

Miguel García Toscano

3 comentarios:

  1. Algunos reflexionan poco, analizan poco y su idea de participación resulta muy curiosa. Esta noche alguien ha hecho desaparecer de todo el pueblo casi toda la propaganda electoral de todos los partidos que se presentan a las elecciones, menos la del PP. En concreto han hecho desaparecer todas las pancartas, menos las del PP.

    Estas son las cosas que alguien haría si gobernase, estos son sus planes y sus intenciones. El Partido Popular no debe estar muy contento con estos hechos que le perjudican más que le benefician, pero en todo caso resulta preocupante que alguien les vote teniendo estas ideas.

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  2. EL CUERVO INGENUO23 de mayo de 2015, 20:10

    Nuevos gestos violentos y antidemocráticos en el pueblo. Quieren un partido único ¿nacionalsocialista?, un pensamiento único y una única forma de gobernar. Eso tiene nombre. Cualquier día nos levantamos y han puesto el de Auschwitz en la puerta del Polideportivo. Aunque mejor no darles ideas.

    EL CUERVO INGENUO

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  3. Me imagino q vuestra agrupación dispersa votos le habrá dado la mayoría a los peperos

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